A mis 50 años.


Gracias a Dios, el día de hoy he llegado a 50 años, el medio siglo de andar sobre la faz de la tierra, de ver salir y ponerse el sol, de ver crecer a muchos y también de ver partir a otros, de ganar y perder muchas veces, de aventuras y desventuras, de éxitos y fracasos, de aprender y equivocarme para volver a aprender, de enseñar y muchas cometer errores al hacerlo.

Me quedan los recuerdos de las personas que he conocido en todos estos años. En su momento me dieron palabras de aliento o me hicieron reír o solamente me escucharon. Si bien es cierto, no con todas las personas estuve de acuerdo, pero el solo haberlos conocido me ayudó a formar mi carácter, mi forma de pensar. A todos, gracias donde quiera que estén, de todo corazón les deseo lo mejor.

 


¿Pérdidas? Sí, muchas. Pero no las sufro, las veo como parte de un aprendizaje. De no ser por haber perdido tantas cosas no tendría lo que tengo hoy. Eso me ha hecho valorar lo que tengo y lo que puedo lograr.

Nunca he negado mi edad, siempre ha sido un dato público en Facebook. La verdad no entiendo el por qué muchas personas ocultan o niegan su edad, yo me siento orgulloso de haber llegado a 50 años.

Después de mucho andar, ahora vivo en un país que está al otro lado del mundo de mi casa. Vivo rodeado de personas que no hablan español sino un idioma totalmente diferente, con una cultura diferente, con comida totalmente diferente.

Pero vivo en un país que me ha recibido muy bien, que me ha aceptado, donde he conocido a muchas personas increíbles.


Tengo 50 años y sigo aprendiendo cosas nuevas, tomando cursos de diferente tipo en español, inglés o chino, ya sea presencial o en línea. Leo libros de negocios, marketing, finanzas, incluso novelas, en inglés y español. Estoy aprendiendo guitarra con libros y videos. Corro maratones, no compito con los jóvenes, sino conmigo mismo. Tengo sueños y proyectos.

Tengo una esposa maravillosa. Con ella nos hemos dado cuenta de que ideas no nos faltan, proyectos no nos faltan. Lo que nos hace falta es tiempo para hacer tantas cosas, para realizar tantas metas.

Hay muchas personas con quienes he perdido contacto debido a estudios, trabajo o por vivir en diferentes ciudades o países. Espero poder reanudar esos contactos, ya sea en persona para compartir un café o por mensajes. 

Mientras Dios me lo permita, seguiré estudiando, seguiré corriendo, seguiré enseñando. Te agradezco Dios por permitirme llegar a 50 años, por todas las bendiciones que me has dado.

 

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