Los adolescentes son iguales. No importa en la cultura en la que vivan, no importa de donde vengan. Hace unos días, tuve una conversación con un padre acerca de su hijo. De hecho, él fue el que se acercó a mi a hablarme sobre su hijo a un total desconocido. Estábamos en una actividad de grupo y el padre empezó a hablar conmigo.
Me dijo gracias por hablar el día de hoy con mi hijo. Toda esta conversación fue en chino, pero yo la voy a comentar en español. Me empezó a decir gracias por hablar con mi hijo. Mi hijo me ha comentado que usted viene esta actividad y la semana pasada no vino. Bueno, empezamos a hablar y me dijo fíjese que tengo problemas con mi hijo porque yo lo traigo todos los días aquí al gimnasio, era el gimnasio.
Yo lo traigo todos los días al gimnasio porque sólo le gusta estar jugando videojuegos. Me parece que no es correcto que se pase jugando videojuegos. No es bueno para su salud, para los ojos. No es bueno para sus estudios. No se enfoca en nada. Entonces lo traigo al gimnasio para que haga otra actividad.
No sé qué hacer con él. La verdad me dijo , a veces es muy cansado. Entonces yo le dije mire, pero ¿Cuántos años tiene su hijo? 14, es un adolescente. A los adolescentes por lo regular, no les gusta estudiar. No les gusta obedecer a los padres, no les gusta hacer muchas cosas. Quieren estar en su mundo o muchas veces los adolescentes no están muy seguros de lo que quieren o de lo que les gusta hacer y están probando diferentes cosas. Le dije, su hijo no tiene problema. Es un adolescente. Cuando éramos adolescentes, a todos nos gustaba hacer cualquier otra cosa que no sea estudiara. Por ejemplo, en nuestra época, le dije porque él era más o menos de mi edad. Yo tengo 53 hoy, cuando estoy grabando ese video, él me dijo que tenía 50.
Dije en nuestra época, no era que jugáramos videojuegos de nuestra época. Nos gustaba ver televisión, pasar el tiempo viendo televisión. Y nuestros padres eran quienes nos decían si miras mucha televisión, te va a dañar los ojos. Hoy en día. Los chicos, pues miran videojuegos y les te dicen exactamente lo mismo.
Cuando éramos adolescentes, tampoco nos gustaba estudiar. Éramos rebeldes, no nos gustaba muchas cosas. Y la verdad, los adolescentes siguen siendo igual. Cuando nosotros teníamos su edad, éramos iguales, pero eran diferentes cosas las que nos gustaban hacer y las que no nos gustaban hacer. Pero lastimosamente muchos padres, le dije, cuando les preguntan como eran de adolescentes, siempre dicen, no, yo era muy bien portado, yo hacía acaso era muy buen estudiante, yo no era rebelde para nada. Y le dije, ¿Usted se acuerda cómo era usted cuando tenía esa edad? Y me dice, pero es que yo la verdad era buen estudiante. Yo escuchaba a mis padres hacia acaso. ¿Ya ve?, le dije, ¿ya ve?, todos los padres, no sé por qué, todos los padres o todos los adultos cuando crecemos, tenemos esa tendencia a decir que no éramos así.
Pero la verdad, la verdad es que todo adolescente, todo adolescente es rebelde por naturaleza. Todo adolescente es inquieto por naturaleza. Todo adolescente quiere su propia independencia por naturaleza. ¿Por qué?, porque el adolescente está teniendo todos estos cambios físicos, hormonales, cambios en sus gustos en lo que es vida social.
Entonces, por todos estos cambios hormonales de cuerpo que existen, es normal, lo repito otra vez, es normal que el adolescente sea así. Un adolescente que no tenga un poquito, un poquito de esa rebeldía, pues eso no sería normal porque el cuerpo está cambiando. El cerebro está cambiando, las hormonas están cambiando.
Es normal que tenga esos cambios de comportamiento. No va a ser igual que cuando era niño. Pero los padres tienden a olvidarlo. Le dije, nosotros los adultos tendemos olvidarlo. ¿Ya ve? Ahora usted me está diciendo que no era así, pero la verdad sí éramos así.
Y me dijo, pero cuando yo era joven, no miraba televisión. A mi me gustaba jugar baloncesto, me gustaba estar jugando con mis amigos en la calle, salir. Eso era su diversión. En mi caso también, nos gustaba estar afuera. No nos gustaba estar con la familia, con los padres, con adultos. ¿Para qué? Nos gustaba estar afuera con amigos, con gente que era como nosotros, con quien hablar, ese grupo social de gente incomprendida hasta ese momento y con ellos nos gustaba pasar nuestro tiempo.
Así que sí teníamos ese grado de rebeldía. Era muy normal ser así. Y le pregunté, ¿y él es el mayor de sus hijos?, no, me dijo, él es el segundo. Ah, peor todavía el segundo siempre tiene esta tendencia a ser un poco más rebelde que el primero. Y me dijo que el mayor o en este caso, la mayor era una hija ya de 17 años.
Bueno, 17 años ya es una señorita. Ya no es una niña. Ya está saliendo de la adolescencia. Y las mujeres obviamente tienen diferentes cambios al hombre. No son ..., los grados de rebeldía son diferentes y lo expresan de diferente forma precisamente por su psicología femenina. Pero hablando del chico, me dijo, el problema es que mi hijo, él tiende a compararse siempre con su hermana.
Momento, le dije. Todo hijo segundo tiene esta tendencia a compararse con el primero y no lo hace por, porque no sepa hacerlo. No lo hace por maldad, simplemente porque mira que el hijo es mayor, siempre tiene, ese es su patrón a seguir, es su modelo a seguir. Es con alguien con quien tiene que compararse siempre. O quiere ser totalmente diferente a él o quiere ser no como él, mejor que él en lo que él hace o el mayor hace.
En este caso, la hija. Él quiere ser mejor que la hija en lo que la hija es buena, porque esa es la tendencia del segundo hijo. Normal, le dije, hasta aquí, todo es normal. Su hijo no tiene ningún problema, ni físico ni mental. Hasta aquí, todo es normal. Es un adolescente normal.
SIGUE EN LA SEGUNDA PARTE