Llegando a 51 años de vida, gracias a Dios

Hoy, 19 de febrero he recibido mensajes y llamadas de muchas personas alrededor del mundo. Un abrazo a todos, se les agradecen los buenos deseos.
 
Como mi edad no es un secreto, es un dato público en Facebook, está de más decirles que he cumplido 51 años, pero lo digo por si alguien no lo había visto. Nunca me ha dado vergüenza mi edad, me siento feliz y orgulloso de ella.

 
Las sorpresas empezaron desde pasada la media noche del 18 al 19 de febrero, mi esposa me dio el primer abrazo y felicitación. Luego fueron varios los mensajes y llamadas.

En la escuela, los estudiantes me felicitaron, incluso cantaron en español el feliz cumpleaños. Al terminar las clases, cuando estaba anotando el avance de las clases del día, se apagaron las luces de la oficina y al darme vuelta estaban tres chicas que trabajan en la escuela con un pastel con velita encendida cantando el feliz cumpleaños. 
 
Se siente bien el sentirse apreciado por tus colaboradores de trabajo y alumnos. Tomaron video y compartimos el pastel. 

 
Ya entrada la tarde, fuimos con mi esposa a un restaurante colombiano en Taoyuan, El beso de la rana, para cenar. Comimos un sancocho y una bandeja paisa, que no nos pudimos terminar y pedimos que nos prepararan la comida para llevar a casa. Todo muy delicioso como siempre en ese restaurante. 

Regreso a casa y veo en Facebook, WhatsApp, Mesenger, y Line muchos mensajes de amigos alrededor del mundo. De Asia, Europa y América, tres continentes. 

Luego recibo llamadas desde Guatemala, de familia y amigos.
 
Gracias a Dios he llegado a 51 años con plena salud, sin necesidad de estar tomando medicamentos de ninguna índole. Sigo yendo al gimnasio, preparándome para la próxima media maratón. Sigo aprendiendo por mí mimos a tocar guitarra, ukelele y piano, viendo tutoriales y con libros de canciones con acordes. Sigo tomando cursos y leyendo libros de emprendimiento, finanzas y crecimiento personal. Sigo mejorando el idioma chino y con planes de estudiar un nuevo idioma. Seguimos escribiendo libros para enseñar español a taiwaneses. Seguimos creando nuevo material y planeando nuevos cursos. Y tantas cosas más. 

Dios me ha bendecido además, con una maravillosa esposa. 

Como dice uno de mis pasajes favoritos de la Biblia: "No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria", Salmos 115:1

A todos les doy las gracias por acordarse de este humilde servidor. Dios los bendiga.

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